Hay momentos que se repiten a lo largo de las semanas y los días: decides no confiar en tu memoria y te pones a escribir la lista de la compra, pero no encuentras un bolígrafo... que escriba. Localizas uno tras vaciar tres bolsos y dejar la mesa del estudio como si por ella hubiese pasado Atila. Y te vas a la compra.
Sin bolsas; porque, aunque se empeñen los hipermercados, tu bolso no está para llenarlo de bolsas de plástico y, con cierto remordimiento, más por tu responsabilidad con el medioambiente que por los céntimos que te cuesta, pides una bolsa. De plástico, finísima, incómoda, insuficiente.
En +D2 los saben y nos ofrecen la solución a nuestros despistes, un poco de orden:
Un pequeño y útil organizador de escritorio para que puedas tener localizados lo bolígrafos que escriben, junto con unos clips, unas chinchetas, una goma de borrar... además, su forma de perro, lo hará irresistible para los más pequeños que colocarán encantados las cosas en su sitio, en su mejor amigo.
Y, para que puedas ahorrarle plástico al medioambiente sin cargarte tú de él, una bolsa de algodón que podrás llevar en la mochila o el bolso e incluso colgarla de ellos porque se recoge en un original estuche con forma de granada con su mosquetón para que, además de útil, resulte cómoda.
Un par de caprichos útiles, cómodos y accesibles: el organizador de escritorio cuesta unos 15.40 € y la bolsa de algodón en su estuche 12.98 €.
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