Decoración

Metales cálidos

Kriskadecor, una compañía tarraconense que ha saltado, cortina metálica mediante, de Euroluce en Milán a Hospitality Design en Las Vegas.

La elección de las cortinas es, junto con las lámparas, esencial en la decoración del hogar; son las reinas de la iluminación y juegan con luces y sombras para crear y recrear ambientes.

Estamos acostumbrados a las posibilidades de las lámparas: colgantes, apliques, de pie, de mesa, de pared... pero ¿y las cortinas? habitualmente no vamos más allá del visillo, los stores o los paneles japoneses, cortinas cortas o largas y siempre tras las ventanas, salvo las clásicas y rústicas cortinas de puerta tan típicas en los pueblos castellanos. Si pensamos un poco más quizá nos vengan a la cabeza algunas cortinas de tela o metal que se usan en los lofts o en las cocinas americanas como elemento de separación pero, en realidad, poco más.

Pues bien, en España, donde somos más creativos, mucho más de lo que a veces pensamos, tenemos un tipo de cortina esencialmente decorativa que se ha paseado ya por Milán, y ahora Las Vegas, mostrando unos espectaculares diseños de Claire Davies.

Hablamos de Kriskadecor, la compañía tarraconense que ha saltado de Euroluce en la semana del diseño de Milán a Hospitality Design en Las Vegas en estos primeros meses de 2013 y que no, no es una start up, es una empresa familiar que ha sabido subirse al tren de la innovación, lleva así vistiendo interiores en cortinas desde 1926.

Las cortinas de Kriskadecor son metálicas lo que las convierte en un elemento constante y estable al no estar expuesto a la voluptusidad y volatilidad de los tejidos; pero ¿cómo se llega a inventar una cortina metálica?: 'no hay nada que no se pueda hacer, sólo es neceario encontrar la manera', esa era la filosofía de Josep María Sans Amill y en ella fundó Kriskadecor  en el 26 y pasó el relevo a su hijo en el 57. Hoy el día, ya sea para el hogar o para espacios públicos, el mundo se rinde a lo que han sido y son capaces de hacer, no en vano aproximadamente la mitad de su producción es para la exportación.

La colección que ahora pasean por el mundo, además de bella, es profundamente evocadora en las cuatro líneas en las que toma color y metal: Classic, Country, Gypssete y Luxury.

Classic nos traslada a las habitaciones de techos altos y espacios amplios, a los pisos antiguos en los que si algo sobraba eran metros de ancho y alto y que se vestían en estilo neoclásico con toques que recordaban la decoración barroca; en esa evocación clásica ¿qué más apropiado que un lienzo? uno renacentista, de Boticelli pintado en color o en blanco y negro sobre cortinas de metal.

Country nos lleva al mundo rural y los estilos rústicos trasladando los habituales dibujos de las ibéricas baldosas, de inspiración árabe en su mayor parte, a las cortinas metálicas.

Gypssete es color vivo y variado, apasionados rojos, verdes vivos, luminosos azules... se trata de una colección que evoca verano y calle, libertad y vida.

Luxury es, en cierto modo, la antítesis de Gypssete, es una colección de tendencia más monocromática y brillante en la que prima la elegancia y el brillo del lujo que evocan las joyas.

Una vez más, el mundo se rinde a la belleza de la imaginación que toma forma, a través de la creatividad y el diseño, en cortinas metálicas que serán el detalle sorprendente, rompedor y único que cualquier decoración.

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