Decoración

Maine, una lámpara para navegar desde el salón

Estiluz diseña una nueva pieza que recuerda a los navíos del siglo XIX.

Gracias a determinados objetos y piezas, en ocasiones es posible viajar muy lejos sin necesidad de moverse del sitio. Volar con la imaginación e incluso navegar por el océano sin levantarse del sofá es posible si hay algo que nos inspira las emociones necesarias para hacernos soñar.

La firma Estiluz lleva trabajando el acero desde prácticamente sus comienzos. Un material difícil pero a la vez agradecido cuando se sabe dominar y que posibilita la creación de piezas únicas y muy atractivas. Como no podía ser de otra forma, su última creación, la lámpara Maine, tiene el corazón hecho de acero.

Tan solo basta una breve mirada para comprender de dónde provienen sus líneas. Maine está inspirada en la estética de los grandes navíos que surcaban los mares en el siglo XIX y bien podría tratarse de una pieza rescatada del fondo del mar. Si pensamos en el interior de estos singulares barcos, con sus pequeños ojos de buey o los manguerotes de ventilación, la lámpara Maine hubiera tenido en ellos un lugar de excepción.

Ha sido diseñada por el estudio Goula/Figuera con un corte clásico pero también un aire contemporáneo que la convierte en la iluminación perfecta de un salón moderno. Los diseñadores Pablo Figuera y Álvaro Goula, con su estilo elegante y a la vez sencillo, han logrado crear una lámpara ligera, sobria y que proporciona una iluminación homogénea y directa a cualquier estancia.

Maine es el resumen de la historia de Estiluz: pasión por el acero, tradición y versatilidad. La familia que compone esta gama es variada y se puede colocar tanto en el techo como en la pared, incluso a diferentes alturas en el modelo de suspensión. Hay lámparas que iluminan nuestro día a día y otras que, además, se encargan de prestar su luz a los momentos más especiales. Maine pertenece a este último grupo y es una apuesta segura en cuanto a diseño se refiere.