Marco Fumagalli pensaba en bosques salados, naturaleza viva e intrincada junto al mar y los ríos, en sus deltas y estuarios; esos pensamientos enlazaron con la visión integral de los espacios que este arquitecto y diseñador acostumbra a desplegar y nació entonces Mangrove, una colección en tres piezas para los salones de Roche Bobois.
De este modo, a su perspectiva arquitectónica y su visión vanguardista del interiorismo, Fumagalli une en Mangrove la inspiración natural, cuidando hasta el mínimo detalle el dibujo de sus muebles: mueble alto, aparador y mesa de centro en los que llama la atención la unión perfecta de las ramas de mangle que decoran los muebles con las patas de roble que los sostienen.
Tanto el aparador -de 4 puertas y algo más de dos metros de largo- como el mueble alto -de 2 puertas, rondando el metro de largo y superando el metro y medio de altura-, son propuestas compactas sin vitrinas ni espacios abiertos mientras la mesa de centro mantiene la misma inclinación en sus patas de roble macizo que sus compañeros de colección y su tapa rigurosamente cuadrada, metro diez por metro diez.
Se trata de una propuesta novedosa y un tanto atrevida, aunque la sencillez de su diseño la hace accesible a todos los gustos, más si se acompaña del sofá en cinco plazas, diseño de Philippe Bouix, revestido en tela y piel y patas de acero cromado en negro.
Probablemente nunca has pensado en tener un mangle en el salón... Roche Bobois, de la mano e ideas de Marco Fumagalli, te propone plantar tres.
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