Hubo un tiempo en que las meriendas olían a bizcocho de limón. A taza humeante en las manos. Hubo un tiempo en que las meriendas sabían a abuelas en la cocina y a amigos tocando el timbre insistentemente para bajar a jugar. Hubo un tiempo de cuentos que se cuela nuevamente en la cocina en las vajillas de Oh Granny!
Eduardo Masías es el ilustrador detrás de estos cuentos para comer o vajilla para leer… como quieras. Para esta primavera lanza la línea Botánica inspirada en aquellos vegetales que fueron fundamentales para el desarrollo de historias como "Rapunzel", "Caperucita Roja", "Jack o "La princesa del guisante"...
Y así, la manzana de Blancanieves se convierte en la protagonista (espejito, espejito ¿cuál será la vajilla más guapa?) de una de estas 12 nuevas piezas de esta colección que también incluye el molesto guisante de la princesa que no podía dormir o la habichuela que le abrió todo un nuevo mundo al pequeño Jack.
La colección está dividida en dos estaciones, primavera e invierno. Y así se suceden, ilustración a ilustración, las historias de los Hermanos Grimm o Hans Christian Andersen, en los trazos de Masías.
Hubo un tiempo de princesas antes de que aparecieran las de Disney. Estaban en nuestra cabeza y se dibujaban a medida que las palabras nos sonaban. Las historias no estaban digeridas visualmente y apenas nos imaginábamos en el bosque acompañando a caperucita y dándole charla, tratando de que el lobo no la distrajera. Y todo lo que teníamos era la certeza de que esa historia era lo que nosotros queríamos que fueran.
Hubo un tiempo en que no pensábamos si era o no machista el beso del príncipe a Blancanieves. Porque la inocencia reinaba en las tardes que olían a limón, a regaño de abuela por las migas en la mesa, a grito ahogado al son del “¡A comeeeeeerrrrrr….!”
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