Hijo de Johann van Beethoven y María Magdalena Keverich, Ludwig, que también era el nombre de su abuelo, nació en Bonn, Alemania, para ser en uno de los compositores más importantes de la historia de la música, además de director de orquesta y pianista, dejando un legado que ha influido de forma determinante en la evolución de la música. De ahí que Nadia-Anne Ricketts utilizara su nombre para hacer su marca, valiéndose de un ingenioso juego de palabras.
Su carrera profesional, la de Nadia-Anne, comenzó con el baile, donde llegó a ser bailarina profesional, hasta que decidió estudiar en la Central Saint Martins para satisfacer sus inquietudes entre la música y la moda.
Y así fue como en 2008 comenzó a ver conexiones entre las tecnologías digitales, la música y los tejidos. Conexiones aritméticas entre las arquitecturas musicales y de las telas, el sistema binario en el que se basa la estructura de los tejidos, y la relación que estos guardan con el sonido. Así nació Beatwoven en 2009.
Cinco años en los que "los tejidos del sonido", han tenido la misión de revelar piezas musicales, fusionando técnicas artesanales con la tecnología digital más vanguardista. Cada pieza se teje exclusivamente en Inglaterra, y su aplicaciones son muy diversas. Así cojines, cuadros o prendas de vestir se hacen por encargo, tras haber elegido una pieza musical, para darle forma textil.
Un concepto que estimula la individualidad, la exclusividad y el lujo atemporal, a través del movimiento que genera la música, que se traduce en hilos de color y curiosas texturas, que lo que hacen es sintetizar la estética auditiva de una canción.
Y así poder tener en tu salón un cojín con la banda sonora de tu película favorita, un tapiz con tu canción de cuna, o lucir una falda con el Claro de luna de Beethoven, es de esas posibilidades que no sólo gustan, sino que seguro enganchan. Piensa cuál elegirías tú.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10
-
11
-
12
