Hablar de Cavalli es siempre hacerlo del diseño más sofisticado y elegante, seductor, atrevido y sugerente; y eso tanto si hablamos de sus diseños de moda como si lo hacemos de sus propuestas de interiorismo y decoración. Y ahí vamos hoy, a la casa de Cavalli.
La sofisticación decorativa de Cavalli se conjura en el uso del color, de los estampados y en el trabajo minucioso de los detalles; nada es sencillo en Cavalli y, a pesar de ello, nada está de más, todo encaja a la perfección porque si algo domina esta firma italiana es el arte de la armonía. No importa si te detienes en sus dormitorios con sus soberbias ropas de cama y sus cojines a juego con las cortinas o si lo haces en sus grandiosos salones y en sus regias y elegantes mesas de comedor; la intensidad y la profundidad del color recrea la elegancia de los grandes palacios, en ese ambiente Cavalli trabaja cada objeto y lo hace de tal modo que cada uno de ellos, en su complejidad, encuentra su lugar en ese ambiente palaciego, intenso y elengante.
Los tejidos transmiten deseo, las lámparas belleza de su pie a sus tulipas, las mesas son un alarde de complejidad que coquetea con lo barroco tanto en la vajilla como en la cristalería, deliciosas mesas auxiliares, coquetos jarrones y mil detalles más todos ellos con una pátina de oro que es tan Cavalli como el animal print.
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