Decoración

En la piel de un Chesterfield

De la clasicidad a lo vintage para llegar a lo contemporáneo.

El Chesterfield es un asiento inglés y, ya sea en sofá o en sillón, muestra ese punto de soberbia y regia elegancia que es tan british como el té de las cinco.

Este estilo de sofá suele ser el rey de las tiendas de antiguedades pero se hace también con los espacios modernos al calor de los interiorismos vintage que buscan dar el empaque de la historia a los lugares que decoran; y ahora descubrimos que también hay Chesterfield de lo más moderno... y es que el Chesterfield era sólo un modo de asegurar el tejido en un sofá al que las técnicas industriales del S.XX dejaron atrás pero al que encontramos hoy toda su belleza y su encanto.

Pero ¿quien lo encuentra? como no podía ser de otro modo, el encanto al Chesterfield lo encuentra la misma firma que lo inventó...

Solomon Howland era un zapatero que un buen día se cansó de trabajar sólo para dar acomodo a los pies y decidió dárselo al cuerpo entero cambiando los zapatos por los sofás; ésto ocurrió en 1780 y tuvo continuidad durante cuatro generaciones que, una tras otra, fueron haciendo más Howland la fabricación de sofás.

En la cuarta generación pasaron de lo exclusivamente artesanal a abrir una pequeña fábrica en la que armaban sofás que decoraban las casas más elegantes y los lugares más prestigiosos de Londres. Corría entonces el SXIX y los Howland seguían poniendo pasión en su trabajo y buscando la perfección en todas sus piezas; y así se les ocurrió que abotonar el relleno al armazón de un sofá podía hacerlo más perfecto y más bello; y los primeros chesterfield comenzaron a lucir en las elegantes mansiones londinenses.

En el S.XX la industrialización parecía querer borrar del mapa las técnicas artesanales y los estilos más minimalistas al abotonado estilo chesterfield... pero el regio estilo inglés no podía renunciar a ellos ni tampoco los aires más vintage.

Howland, ya convertido en Fleming & Howland, recuperó las antiguas técnicas artesanales y las entremezcló con otras más modernas, jugó con la piel y sus tintados recurriendo también a otros tejidos y mostró al mundo una colección de Chesterfields para todos los gustos: classic -los chesterfield en piel realizados con técnicas modernas-; heirloom -sofás en los que hasta el tintado de la piel se hace de modo artesanal-; tailored -sofás de cuero, lana o terciopelo, algunos incluso sin abotonar, los más modernos-; monochrome -sillones y sofás en monocromo color hueso que tinta a oscuro, piezas de inspiración y evocación automovilística-.

Y ya en S.XXI resulta que nos encantan los antiguos chesterfield y los reiventados por Fleming & Howland porque han conseguido que haya un chesterfield para cada rincón independientemente de la clasicidad o vanguardia del interiorismo que lo decora. ¿Cuál es el tuyo?

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