El Madrid más íntimo de Asier Rua.

Todo empezó en el vestíbulo del Teatro Amaya de Madrid. Asier trabajaba como acomodador cuando pidió permiso para fotografiar la entrada principal, pero su curiosidad le llevó a trastear por otros espacios mucho más recónditos, interesantes, preciosos, plasmando con su cámara la "cara B" del teatro. La idea no tenía desperdicio; sin embargo, cuando se lanzó a difundir las imágenes no encontró cabida en ninguna publicación. Pero él siguió a lo suyo —la fotografía— porque lo tenía muy claro. Porque, al margen de la ciudad turística, callejera y urbana que le enamoró al instante, él sabía que otro Madrid le esperaba. Mucho más jugoso, mucho más intenso y enigmático. El que se oculta tras las fachadas.

Así fue como Asier Rua se convirtió en voyeur. Un mirón de lujo que ha dedicado los últimos siete años a colarse en las estancias más íntimas de la capital. Casas, tiendas, bares, proyectos arquitectónicos, espacios públicos, habitaciones anónimas, rincones secretos… Pocos lugares han escapado del ojo escrutador del joven fotógrafo donostiarra que al fin ha logrado materializar su proyecto personal en un magnífico libro, Madrid Interior, que presentó a los medios el pasado 7 de mayo.

Un proyecto artístico cuyo protagonista, ese otro Madrid oculto y desconocido, nos transmite su esencia a través de noventa y tres fotografías seleccionadas tras una rigurosa investigación en más de un centenar de localizaciones. Desde edificios públicos como el Casino de Madrid de Jaime Hayón, el mítico Florida Park o el Museo del Romanticismo hasta espacios privados de personajes famosos —las casas Ouka Lele y Ágata Ruiz de la Prada, las tiendas de Lorenzo Castillo o Guille García-Hoz, los proyectos de Izaskun Chinchilla, Andrés Jaque o Teresa Sapey—, pasando por lugares únicos hoy desaparecidos que ya forman parte de la historia capitalina: el mural del Laberinto de pasiones de Almodóvar — capturado por la cámara “in extremis” antes de la reforma de la vivienda— o las tiendas de la acampada del 15M.

Un retrato poliédrico donde tampoco faltan estancias personales de gente anónima. Aspecto imprescindible en una obra donde prima el interiorismo documental —relegando la perspectiva estética a un segundo plano— y cuyo resultado va mucho más allá del diseño de interiores logrando así una radiografía prefecta del Madrid de principios del siglo XXI. Aunque también, tomados en conjunto, los interiores retratados son sólo la excusa para plasmar una profunda exploración fotográfica en la que visualidad, composición, línea y color son la piedra angular. Tan esencial que ha alcanzado incluso al diseño y la producción física del libro, que ha requerido el empleo de técnicas de impresión revolucionarias como la heptacromía o la reproducción de trama estocástica.

Formato: 215 x 320 mm (Natural)
Impreso a 7 tintas (cuatricomia + naranja+violeta+verde)
120 páginas
Papel Symbol Tatami White 135g y Papel Print speed blanco 135 g y tapa dura cosida
Tirada 400 ejemplares
Texto: Ignacio Vleming
Diseño artístico y editorial: Folch

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