Cuando hablamos de diseño nórdico, la imaginación nos lleva de manera casi inevitable a evocar paisajes nevados, largas noches, cálidos tejidos, colores alegres, maderas claras y ambientes luminosos y acogedores donde la chimenea es la estrella. Espacios minimalistas y ordenados para disfrutar de esos largos inviernos que, más que a andar por las calles, invitan a refugiarse al calor de la vida hogareña.
Y aunque la madera –tanto por su calidez como por su cercanía– y los tonos claros se alzan como los grandes protagonistas de la tradición interiorista escandinava, otros materiales. Buen ejemplo de ello es Röshults, una firma sueca nacida en Småland, a pocos kilómetros al sur de Jönköping, que nos presenta PortobelloStreet, mostrándonos así un nuevo concepto del diseño nórdico: atemporal, moderno, sencillo, capaz de crear ambientes entrañables en los que la naturaleza cobra protagonismo y el hierro se convierte en material imprescindible.
La colección, inspirada en los más sólidos pilares de la artesanía escandinava, se compone de diferentes piezas para combinar según los espacios y el gusto personal: carritos y cestas (troley Solo, cesta Logo) para almacenar leña de manera estética, percheros como el Lobby, bancos multiuso, librerías, prácticas estanterías (línea Manhattan) de doble cara tan funcionales que se adaptan a cualquier espacio de la casa –desde el cuarto de baño al recibidor– o maceteros de pared (maceta Linné) que tanto albergan jardines de interior como acogedoras decoraciones con velas…
Disponibles en diferentes colores (antracita, negro, plata, bronce e incluso azul marino, lima, marrón o granate) y creados por diseñadores de reconocido prestigio como Thomas Bernstrand, Cornelia Norgren, Malin Lundmark y Jonas Rylander.
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