Hay objetos que llaman nuestra atención por lo que muestran de nuevo, por su reinterpretación de lo conocido, por su belleza o su utilidad... Y hay objetos que atraen nuestra atención por todo ello junto y a la vez, como la silla Gepard.
Su respaldo luce de verano, nos recuerda al diseño de los clásicos muebles de jardín de inspiración nórdica, en madera maciza y tratada para el patio y la terraza; el asiento en cambio evoca al invierno y a los sillones orejeros e incluso chaislongues tapizados en piel; su pie es de silla de oficina, con la estabilidad que le da la ausencia de ruedas, y su acomodo de libro, película y salón...
Henrik Lehm ha tomado lo mejor de cada asiento para confeccionar el más útil y completo de todos; cómodo, bello, original, diferente... Un diseño minimalista de líneas limpias, en madera maciza de fresno o roble, en blanco, negro o tonalidades de madera natural, acero y asiento tapizado en piel... una sillón que parece una silla y que, inevitablemente, quieres llevarte a casa.
En el salón o en el estudio, quizá junto al ventanal, mirando la vida en la calle y sintiendo el pasar y correr de los días, viendo en un horizonte cada día más cercano las deseadas y merecidas vacaciones, las que esperas disfrutando un café con hielo... cómodamente sentado.