Sabemos que los diamantes maridan de modo casi perfecto con el desayuno, nos lo demostró Audrey Hepburn en una escena que permanece en los anales del séptimo arte como una de las más bellas, de las más románticas y encantadoras; en ella la Hepburn baja de un taxi vestida de noche y gala y armada con su croissant y su café; se acerca con paso cansado, como inconsciente de su dulzura y del encanto que emana de su belleza, hacia el escaparate de una de las joyerías más famosas que en el mundo han sido, Tiffany’s, y entonces ocurre… ella, un delicioso croissant que adivinamos todavía caliente y los diamantes que deslumbran desde aquel escaparate neoyorquino casi tanto como la propia Audrey frente a él…
Pues bien, lo que otra emblemática joyería, europea en esta ocasión, nos propone no es desayunar con diamantes sino cenar… se trata de una de las propuestas más lujosas y exclusivas de esta Navidad y de cualquier otra, un imposible para casi todos y un detalle único e irrepetible que sólo las fortunas de la famosa lista Forbes que acoge a la mas mayores fortunas del mundo se puede plantear… ¿quién sino podría regalar un diamante a cada invitado a su mesa en la cena de Navidad?
Tresor Paris, la emblemática joyería parisina, se confabula con House of Crackers y juntos crean un detalle espectacular: se trata de un cracker, un detalle de gusto muy british que consiste en un pequeño rollo bellamente decorado que esconde un discreto obsequio, incluso caramelos si su destinatario no levanta más que unos palmos del suelo; pues bien, House of Crackers lleva el lujo a su envoltorio y Tresor Paris lo ocupa con un diamante por cracker, como lo lees… ¿imaginas sentarte a la mesa el día de Nochebuena y descubrir que te espera un diamante junto a tu plato? Es esa y no otra la perfecta cena con diamantes…
Cada pack de este incomparable obsequio consta de seis crackers con seis diamantes diferentes pensados para ser engarzados en una joya única hecha a la medida de tus sueños, eso sí, su precio es de un millón de libras esterlinas, casi un millón cuatrocientos mil euros.
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