No es la primera vez que Villeroy & Boch se alía con Swarovski para dar exclusividad y lujo a un entorno tan íntimo y personal como es el baño pero en esta ocasión lo han hecho con un aliado excepcional, Steve Leung, un diseñador de origen chino.
Leung trata de evocar en esta bañera un concepto propio de la pintura china, el Shan Shui, un estilo muy definido en el que las montañas y el agua son protagonistas absolutos y el hombre desaparece del lienzo; dicen que el Shan Shui no consiste en pintar la naturaleza montañosa tal cual se observa sino las sensaciones y evocaciones que ésta provoca en el ojo del que mira y por eso lo que importa no es la fidelidad de la pintura al paisaje sino del pintor hacia sí mismo.
Desde esa perspectiva armónica, bella e intimista de la naturaleza, Leung afronta el diseño de esta bañera con tres tamaños de cristales de Swarovski -5, 10 y 15 mm-, jugando con más de 5000 cristales, combinando sus tamaños y ajustando la distancia de los unos a los otros, Leung logra dibujar un lienzo de Shan Shui en la bañera como si hubiese utilizado un pincel. Y va un paso más allá, hace lo propio con un lavabo a juego para completar el conjunto, en esta pieza utiliza algo más de 1000 cristales de Swarovski.
Europa y Asia se conjugan en este conjunto de baño, de la firma alemana fabrica la bañera a la austríaca que pone los cristales y de allí a China para hacer del conjunto Shan Shui, para lograr que la exclusividad y el lujo de de las firmas europeas se vista en el manto armónico de la filosofía china que forma parte también de las pinturas Shan Shui y lograr así recrear un ambiente de íntimo y único en el que tomar un baño se convierte en un lujo de uso diario.
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