Bicicleta estática Vela, de Lunar.
Decoración

Arte y parte

¿Cómo puede una magnífica obra de arte ponerte en forma?

Era un proceso simple y común. Del conocimiento de la existencia de las bicicletas estáticas, de la necesidad de hacer ejercicio, de la proximidad del verano, la playa y alguna vergüenza en torno a la cintura a comprarse una bicicleta estática, encontrarle un hueco en casa porque son aparatosas, ir arrinconándola poco a poco, olvidándola, hasta que se conviertía en parte del paisaje, hasta que un día en un arranque de ánimo y de renuncia se la acababa relegando al trastero, en el mejor de los casos.

Las bicicletas son por norma general, digamos, bonitas pero las estáticas de andar por casa han sido feas de siempre. No hay discusión. Pensadas para los gimnasios más que para una casa incluso las profesionales que encuentras en la sala de cardio de tu gym son bastante más vistosas ahora que las que se siguen vendiendo para uso doméstico.

Vela no es eso, no hay origen o referencia ni viene dado ni es evolución ni se parece ni es comparable con nada. Vela es un objeto decorativo, una escultura, una pieza de mobiliario cuya función se te escapa hasta que descubres que tras su belleza se esconde, aunque a la vista... ¡una bicicleta estática!. Y es una verdadera obra de arte, del diseño, sin menos precio a su funcionalidad, porque los diseñadores de Lunar han conseguido que un diseño de vanguardia convierta el carácter funcional del objeto en una espectacular y singular pieza la mires por dónde la mires. El miedo será que no seamos capaces de pasar de la contemplación a la acción... Lo que si que tengo claro es que Vela no va a acabar en ningún trastero.

vela.lunar-europe.com

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