“Scrooge cumplió más de lo prometido. Lo hizo todo y muchísimo más; (…). Se convirtió en el amigo, amo y hombre más bueno que se conoció en la vieja y buena ciudad o en cualquier otra buena ciudad, pueblo o parroquia del bueno y viejo mundo. “ reza el penúltimo párrafo de Cuento de Navidad, de Charles Dickens.
Apariciones como las que “sufre” Scrooge, en realidad, no son necesarias para darse uno cuenta de que el camino emprendido en rutinas y costumbres, las peores y las malas, entorpecen cualquier pretensión de felicidad. Si tomamos por ciertas las palabras de Eduard Punset -”la felicidad es efímera, es un estado transitorio”- la felicidad de una vida, en términos absolutos, es la suma de todos esos pequeños efímeros y transitorios momentos de gozo, alegría y preciosas emociones.
Y esos momentos llegan a nuestra consciencia desde dentro, pero también de fuera, a través de los sentidos, cargados de recuerdos, de ensoñaciones y evocaciones. Nuestro propio cuento es una aventura de emociones, de sensaciones que a menudo podemos gestionar.
Disfrutar una Navidad única depende de todos esos instantes, sensaciones, emociones que componen el ritual familiar y de amigos, de momentos, regalos, calor… y los aromas que envuelven la mesa, los regalos, los salones: especias, incienso y pino navideño. Y así son las nuevas velas de navidad de Diptyque, envueltas en un cuento que se desarrolla en plena tormenta de nieve en París un 24 de diciembre y que se desarrolla en tres actos que representan y evocan todos y cada uno de los momentos más comunes y significativos de la felicidad con que disfrutamos de la felicidad de las fiestas de cada invierno.
Acto primero: Encense étoile. Incienso chispeante.
Ligero y especiado aroma de elmí clavo de olor, incienso y suaves notas de vainilla.
Acto segundo: Epices et délice. Especias deliciosas.
Notas de pan de especias, cálidas, suave miel y dulce anís estrellado.
Acto tercero: Le roi sapin. El pino navideño.
Bosques de pinos verdes, notas de delicada resina y maderas de cedro, y pachulí.
Tres actos perfectos para una navidad de cuento en la que cada uno pueda firmar un “su propio corazón reía y con eso le bastab.“ como la de Scrooge, sin tener que enfrentarse a los espectros del pasado o del futuro, disfrutando del presente como “una aventura luminosa cargada de aromas y sensaciones incomparables”. Por diptyque. ¿De qué otra cosa no podemos prescindir estas fiestas?
Disponibles en tamaño 70 y 190 gr. en puntos de venta diptyque en España.
Precio 70 gr.: 30 €. Precio 190 gr.: 60 €
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