Arte

2014 según Pirelli y Helmut Newton

2014 es para Pirelli como 1986, un año visto nada menos que por Helmut Newton.

Corría 1964 cuando Pirelli estrenaba calendario, eran los regios ingleses quienes lideraban tal iniciativa porque eran ellos quienes más sabían entonces de élites y reinas, del bien que la exclusividad hacía a su firma.

Los británicos hacían un calendario que era puro arte del daguerrotipo, en el que lo de menos era el asunto de la rodada y lo de más el hecho de que se distribuía en una especie de edición limitada a lo más selecto de la sociedad del momento. Desde entoces hasta hoy -y así sigue siendo- no se han distribuido más de 5 imágenes del calendario a la generalidad del mundo, el completo sigue siendo un asunto de alto standing.

Mallorca, la Costa Azul y Marruecos fueron los escenarios de los tres primeros calendarios, para llegar al año en que hubo dos: 1986. Los británicos de Pirelli pensaban en una versión innovadora y ligada no tanto al mundo de la moda, la fotografía y la belleza sino al glamour y al cine; por eso encargaron su calendario al americano Bert Stern quien por aquel entonces ya había captado con su cámara la imagen de Marilyn Monroe cubierta con un velo. Los italianos, en una competencia creativa con sus compañeros de la gran isla, optaron por un talento europeo, el de Helmut Newton.

A saber si fue por el enfoque o por asuntos que el tiempo ha dejado en el olvido, el caso es que ganó Stern y el trabajo de Newton quedó archivado en Italia donde ha permanecido oculto a las miradas curiosas hasta ahora.

Porque ahora aquel calendario -respetando tanto las 12 imágenes seleccionadas en su día como el diseño de cada mes en su página- se convierte en el Pirelli de 2014.

Se trata de 12 imágenes en blanco y negro captadas entre Chianti y Montercarlo que son  imagen fiel de lo femenino que se respiraba en el cine italiano de la época, pura sensualidad y exuberancia; y representan a la vez el primer calendario en el que el producto Pirelli aparece de forma explícita y no sólo subliminalmente en pequeños detalles.

Así celebra Pirelli sus 50 años de calendario, que no otros tantos calendarios pues ni en 1967 ni entre los años 75 y 83 se produjo este mítico objeto de deseo.