Cuando piensas en esos momentos que necesitas para ti, para la tranquilidad, la paz, la lectura sin prisa, el descanso, el silencio o la calma, buscas en tu imaginario particular ese lugar recorriendo esos en los que alguna vez conseguiste todas o alguna de esas cosas. Y están los lugares que una vez viste -en una revista, en una película- y con los que soñaste. ¿Has soñado con una casa en el árbol a salvo de todo y de todos? ¿también cuando ya eras un adulto? Pues esto es lo que nos inspira la Treehouse de Wee Studio, la materialización de ese refugio personal, individual.
Entre exactamente cinco álamos y dos espinos, junto a un pequeño río, perdido a los pies de un acantilado del monte Wuling en el boscoso distrito de Miyun (fuente de algunas de las mejores imágenes de la gran muralla china) al norte de Pekín está esta pequeña construcción de apenas ocho metros cuadrados, perfectamente integrada con el entorno y a la que no querríamos añadirle ni una conexión a internet. Y ocho metros cuadrados te puede parecer poco espacio, pero es lo suficiente para albergar en dos piezas separadas un saloncito de té con un tatami acolchado que hace las veces de dormitorio y un baño. ¿Y qué más necesitas? Pues ahí tienes toda la naturaleza abierta en un ventanal y los huecos por los que ver las estrellas o los árboles, el riachuelo, ver las hojas cambiando con las estaciones y disfrutar de un confortable y cálido interior mientras nieva en el exterior.
Porque este proyecto hecho realidad con el empuje del crowfunding está pensado para eso, para disfrutar de la “sutil relación entre la naturaleza y la habitabilidad”, según sus promotores, y en esa habitabilidad en medio de la naturaleza cuenta el confort interior, calefacción y un perfecto aislamiento garantizan esos deliciosos momentos también durante los inviernos más intensos.
La casa en el árbol de Wee Studio se construye primero en un taller -para alterar lo más mínimo la naturaleza de su ubicación definitiva-, un marco de acero sobre el que se montan los paneles de madera reciclada, de Balau y el aislamiento, para ser trasladada al lugar donde descansarás tranquilo. Su sencillo sistema constructivo y los materiales empleados elevan su coste a unos 20.000€, que a nuestro parecer es un precio más que bajo por conseguir todas esas cosas que de vez en cuando necesitamos sobremanera, las que contábamos al principio, la tranquilidad, la paz, el silencio… en medio de la naturaleza. Eso y los sueños de la infancia hechos realidad, que no tiene precio.
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