Theo Reitsema y Stephanie Weitering, arquitecto él y diseñadora de interiores ella, matrimonio ambos y responsables de la Villa RR que hoy os mostramos, se enamoraron de una casa en una colina holandesa; era una casa vieja, de más de 50 años, y durante un año vivieron en ella con sus hijos conociéndola al detalle, descubriendo los detalles que les gustaban y los que no y viendo también cómo cambiaba la naturaleza a su alrededor según pasaban las estaciones.
Éste último punto resultaba esencial porque la idea de Theo y Stephanie era convertir aquella vieja casa no sólo en una vivienda moderna y funcional sino también sostenible; al vivir un año completo en ella antes de iniciar su proyecto, descubrieron como cambiaba el paisaje a su alrededor y cómo ésto influía en las necesidades de la casa, se sorprendieron por ejemplo al descubrir que no tendrían que pensar en aire acondicionado, las sombras naturales de los árboles evitaban que el sol elevara en exceso la temperatura de la vivienda, el invierno era otra cosa y por eso la casa que construirirían contaría con una moderna y cálida chimenea.
En coche se accede directamente al sótano, donde está el garaje, y las escaleras nos llevan a la planta principal, a la que también se accede caminando a pie de bosque por un sendero construido a modo de escalera, y es que la Villa RR está ubicada en lo alto de una colina.
La parte de la casa en la que se ubican los dormitorios, tres, resulta luminosa gracias a sus importantes ventanales pero mantiene también la intimidad propia de estos espacios; la escalera que sube del sótano ocupa la parte central, junto al despacho, y dando acceso a la cocina y el gran salón que hace de la luminosidad su lema al derribar las paredes y sustituirlas por cristal. De este modo la Villa RR no sólo se integra en la naturaleza por su diseño natural y armónico basado en materiales naturales sino que la propia naturaleza se cuela en ella... hasta la cocina.
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