El tiempo pasa y lo que hoy es una casa moderna y funcional de aquí a 20 años puede ser la antítesis de sí misma, algo así ocurría como la casa que hoy os mostramos, una vivienda de tres habitaciones que, a pesar de su encanto, resultaba anticuada en lo estético y oscura y poco funcional en su uso hasta que cayó en manos del equipo de arquitectos de Tom Robertson.
Inspirándose en la funcionalidad de un loft y abriendo la casa a sus zonas exteriores, el equipo de Tom Robertson dio luminosidad a la vivienda pintando de blanco las paredes de ladrillo y utilizando paneles de vidrio para conectar diferentes espacios y que la luz tenga el camino abierto para bañar la vivienda.
La decoración de esta casa como un loft tiende al minimalismo, un minimalismo luminoso por las paredes blancas y cálido por el uso de la madera; la cocina es tipo chef y está abierta a la pequeña sale de estar, un espacio que se abre a su vez al patio exterior. Uno de los detalles decorativos más sugerentes de esta vivienda lo encontramos en las paredes porque, aunque como decíamos se presentan pintadas de blanco, no esconden los ladrillo y eso da un toque vintage al interiorismo que no puede resultar más cálido y acogedor.
Blanco, gris perla y madera clara (tono haya) protagonizan esta vivienda como un loft, una casa de dos plantas modernizada de arriba abajo y convertida, en su planta a pie de patio, en un loft moderno y sugerente en el que nos encantaría vivir.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10