El brutalismo es, en arquitectura como en tantos otros ámbitos, un estilo que nos soprende, que rompe los cánones establecidos, todos, incluso el canon de belleza clásico aunque no de modo simple y buscando su antítesis sino reinventándolo y yendo más allá de la placidez de la belleza clásica. Un ejemplo de esta brutalidad arquitectónica lo tenemos en la casa que hoy compartimos con vosotros, se trata de una casa brutal diseñada por un egipcio en un acantilado islandés.
Mahmoud Sherif es el responsable de este diseño, una casa brutalista que no podía nacer en un entorno más brutal que un acantilado en la costa de Islandia; la vivienda se integra de modo casi perfecto en la naturaleza que la rodea y por eso juega con la naturalidad en su diseño, hormigón y minimalismo, sencillez pero también confortabilidad dejando a la modernidad del diseño y al paisaje el aire brutal que define, indudablemente, la casa entera.
Es la casa del director, dice Mahmoud Sherif, y lo cierto es que adentrándonos en sus detalles (puedes descubrirlos en la galería de imágenes que ilustra esta noticia) no puede gustarnos más, especialmente en estos días de invierno y pandemia en los que huir del mundanal ruido, aunque sea a la gélida Islandia, se nos antoja un plan excelente.
Galería de imágenes
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