Hoy viajamos a Brasil para conocer una casa que parece vivir fuera de sí misma, se trata de una vivienda diseñada por Yuri Vital en la que no hay rincón que no cumpla tres premisas básicas: vista al exterior, luz natural y ventilación.
Se trata de una construcción en hormigón, cristal y madera que se eleva del suelo gracias a los pilares que la sustentan y eso, que salta a la vista, nos hace pensar que la casa quiere salirse de sí misma y no es la única característica que nos lleva a pensar ésto; como anticipa en su nombre, la casa se divide en dos grandes bloques unidos por escaleras y separados por un espacio abierto; el módulo más íntimo, en el que se ubican las habitaciones, se recubre con madera y oculta discretamente la privacidad de sus habitantes; otra cosa es el módulo que da cabida a un coqueto salón y que ofrece también un solarium como tejado, todo abierto, descubierto arriba y cristal abajo, todo mirando de fuera hacia dentro y a la inversa... y, una vez más, sentimo como la casa quiere salirse de sí misma.
Esta propuesta arquitectónica de Yuri Vital -magistralmente captada imagen a imagen por Nelson Kon- es una propuesta innovadora y sugerente, sostenible, bella y perfectamente integrada con el lugar que ocupa en el mundo, un paraíso natural de clima cálido.
Ésta es una vivienda diseñada partiendo de la sencillez y que busca la armonía con su entorno, un hogar con vistas al mar y al cielo. Y es, además, un proyecto arquitectónico que rompe con la idea clásica que define una casa; ésta, como carta de presentación, tiene el hecho de estar construída sobre pilares y en dos pabellones en lugar de uno único.
La belleza toma forma en mil objetos y lugares, en ocasiones en piezas arquitectónicas como Two beams house.
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