La costa oriental de Inglaterra es uno de los destinos más desconocidos para el turista español. Acostumbrados como estamos a playas mediterráneas, los arenales del Atlántico o las paradisiacas calas de Canarias, entre otros, resultan extrañas, y no menos exóticas, las frías y poco acogedoras de Suffolk, Lincolnshire o Norfolk. Sin embargo, o hay que dejarse llevar por tópicos o generalismos, porque Reino Unido también puede ser un destino perfecto para relajarse frente al mar.
Lo saben bien quienes han tenido la oportunidad de pernoctar en The Dune House, una de las iniciativas arquitectónicas más vanguardistas de Gran Bretaña y que da una vuelta de tuerca al concepto de casa de vacaciones frente al mar. Se encuentra junto a la localidad de Thorpeness, en Suffolk, junto a una zona de playas rectas y extensas donde las dunas móviles marcan un paisaje único y prácticamente virgen.
De hecho, la casa se encuentra alejada de sus vecinos, como un faro frente al mar. Es un proyecto del equipo de la firma Living Architecture, fiel a su objetivo de desafiar las normas pre-establecidas en todo momento, realizando siempre edificios singulares; en colaboración con los noruegos Jarmund/Vigsnæs Architects. A lo lejos, llama la atención su tejado asimétrico, y cuando te vas acercando son sus ventanas irregulares, cuadrados de diferentes tamaños y no siempre colocadas como uno esperaría, las que destacan. Si es de noche, su planta baja, completamente acristalada, es un fogonazo de luz.
Dentro, la decoración es sencilla. Con suelos de madera, todo es blanco y crema, colores tenues y sencillos. Contrasta con el baño, con una ducha de hidromasaje en pequeñas teselas negras, aunque también hay algunos dormitorios con bañera dentro del mismo. Hasta 9 personas pueden pernoctar al mismo tiempo en The Dune House.
Este año, la casa empieza su temporada de alquiler en el mes de mayo, con un precio de alrededor de 5.000 €/semana.
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