Cuando el estudio de arquitectura Ensemble Architecture, liderado por Elizabeth Roberts, se encontró con esta vivienda unifamiliar de la calle Cumberland, en el barrio de Fort Greene, la casa se encontraba en un estado ruinoso; el muro de la parte trasera se había caído y había estado entrando agua en el edificio durante varios años.
No era una tarea fácil pero el equipo de Roberts ha obrado el milagro. Han levantado una nueva pared en la parte de atrás y además han ampliado con dos nuevas plantas la vivienda. La reforma ha hecho que lo que antes era un muro se haya convertido en un ventanal frontal con una puerta plegable que da al jardín. Y con la ampliación la casa ha ganado un comedor que conecta con la cocina.
Mientras tanto, en la planta de arriba han hecho un comedor en el que han instalado ventanas para poder ver hasta donde llega extensión y el jardín de la parte trasera y aumentar la cantidad de luz natural que ilumina el espacio.
Han hecho un concienzudo trabajo, casi de artesanos y han decorado el interior con un estilo sobrio, clásico y elegante; haciendo que destaquen los elementos distintivos que uno puede encontrar en las viviendas unifamiliares de Nueva York.
Ante la dificultad del reto el estudio Ensemble se ha crecido y ha conseguido que lo que antes era una auténtica ruina sea ahora un hogar acogedor, agradable, bello. Antes era una de esas casas que ni te parabas a mirar. Ahora es una de esas casas que te hacen detenerte durante unos instantes en mitad de la calle para contemplarla, fantasear y soñar con que un día pueda ser tuya.
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