¿A quién no le tienta vivir, o al menos alojarse durante unos días, en una cabaña sobre el agua? cierto que, dicho así, cabe que estés pensando más en las Maldivas que en Noruega porque allí es donde hemos visto infinidad de construcciones, hoteleras la mayor parte de ellas, cuyas suites son en realidad cabañas que sobrevuelan el aire apoyadas en sólidos pilares. Ese mismo concepto es el que volvemos a descubrir allí.
El paisaje es diferente, opuesto diríamos, pero también de una belleza impactante, tanto que el el cuidado del medioambiente se convierte en una obligación ineludible; la idea de este tipo de casas, que son en realidad cabañas sobre un lago y que se alquilarán tanto con fines turísticos para estancias cortas como para estancias más largas pesando, por ejemplo, en estudiantes, se integran en el paisaje sin dañarlo y pueden, de ser necesario, ser retiradas sin dejar una huella imborrable de su paso por el mundo.
La idea es construir no una cabaña sino una serie de ellas como la que hoy os mostramos, de modo que compongan una estampa armónica y perfectamente integrada en el entorno, pequeñas cabañas -no alcanzan los 30 metros cuadrados- con vistas al lago y a tierra y construidas con materiales naturales que no resulten discordantes con el bello paisaje que las rodea.
El lago Nisser, en la localidad noruega de Nissedal, es el rincón de este país nórdico desde el que este proyecto se muestra al mundo con la intención no sólo de perpetuarse sobre este lago sino de que pueda también desarrollarse en otros entornos similares de Noruega; y es que se trata de un proyecto respetuoso con el medioambiente en sus métodos de construcción y en los materiales que utiliza, siempre naturales, una idea que busca además su perfecta integración en el entorno afectando lo mínimo posible al paisaje circundante.
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