Arquitectura

Casa de la brisa, la vida perfecta debe parecerse a esto

La Casa de la Brisa. Una casa en Castellón donde respirar el aire del Mediterráneo, un refugio, un respiro, un momento para la vida.

El estudio Fran Silvestre Arquitectos firma esta vivienda en Castellón con un inconfundible estilo. Pero no te dejes engañar por la sencillez de sus líneas y volúmenes, la Casa de la Brisa está pensada de arriba a abajo para disfrutar de la brisa tanto como de la paz, del sol tanto como de la sombra. Un lugar para recuperar la felicidad de una infancia.

Dos volúmenes y una sola planta, con espacios cubiertos en los que poder sentarse sobre el jardín pero a la sombra, y que mantienen además la privacidad de los impolutos interiores en los que todo aparece tan linealmente ordenado y escondido como perfecto. Espacios justos, perfectos, para una vida tranquila y sosegada, feliz, que esconden también una escalera central para subir a la cubierta solarium desde el que contemplar el mar o relajarse en las noches de verano bajo las estrellas.

La vivienda aporta al paisaje tanto como el paisaje a la vivienda. Se integra con personalidad propia y destaca esculturalmente al tiempo que cumple su función. Busca reinterpretar las villas del siglo pasado de la zona y no sobrepasa la cota de las viviendas circundantes de la misma calle, incorporando las celosías de las casas locales en la valla que rodea el perímetro.

Las líneas depuradas, los encajes de la piedra y las zonas ajardinadas componen un escenario para una vida en calma en la que recuperar la felicidad de los veranos de la infancia en Castellón que sus propietarios desean tras vivir en los más duros climas del centro de Europa. Todo está dispuesto para ese gozo de volver sobre tus pasos a los mejores momentos de una vida y nada queda al azar. No hay excentricidad, no hay subterfugios, sólo las medidas justas para una pareja, para una vida.

Y no nos puede gustar más, por todo, por la belleza, por la paz que proporciona la perfecta proporción y medida de sus volúmenes y espacios, por la funcionalidad, por la ubicación, por todo. Porque todos querríamos retirarnos a esta Casa de la Brisa a, simplemente, sentir la vida.

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