Un edificio que se eleva hacia el cielo más allá de lo que lo hacen la mayor parte de las contrucciones que lo rodean es, siempre, un edificio que transforma el skyline de la ciudad, en este caso, de Chicago. Dicen los responsables de esta magnífica torre 1000M que la belleza no es un destino sino un viaje y que no es una cuestión de compra sino de vista; nosotros no podemos estar más deacuerdo y por eso os mostramos los detalles de esta torre que ha cambiado la imagen de Chicago aunque no negaremos que, de haber entrado en nuestro presupuesto, nos hubiéramos quedado con un ático con terraza y vistas al mundo.
El viaje a la belleza de la torre 1000M comienza en una icónica calle de Chicago, Michigan Avenue, junto al parque -Grant Park- y un lago -Great Lake-; la entrada del edificio, con servicio de conserjería como corresponde a un conjunto residencial de lujo, presenta un aspecto imponente por su iluminación y sus detalles decorativos, si entras por la parte de atrás, en coche, aparcarás en una de las 400 plazas de garaje disponibles y subirás en ascensor directo a tu vivienda; una vivienda que, esté en la planta que esté, disfrutará de magníficas vistas o bien de la ciudad o del lago Michigan.
El edificio es de metal y cristal, materiales indispensables e insustituibles para conseguir el efecto deseado, la sutil maleabilidad de la torre, nada que ver con un largo tubo geométrico; el abuso del cristal da una gran luminosidad a todas las viviendas del edificio y permite a sus habitantes disfrutar de unas magníficas vistas al tiempo que no se sienten encerrados en su apartamento sino como si su casa fuera Chicago entero.
Claro que estamos hablando de un edificio de lujo cuyos servicios van mucho más allá de sus vistas, del garaje o de un rápido ascensor, llegan a la piscina de ocupa su tejado, a su spa con saunas y jacuzzis, a su biblioteca llena de libros escritos por autores de Chicago y rodeada por una terraza en el piso 11, a su club 1000 en la planta 72 con su servicio de bar, a su terraza en el cielo del edificio, a su comedor privado y con vistas, a su jardín exterior a pie de calle y con chimenea y también a su gimnasio completamente equipado.
El interior de las viviendas de la torre 100M nos conquista por la luminosidad y amplitud de sus espacios pero también porque éstos han sido diseñados para vivir en ellos, por eso las cocinas son tipo chef y las bañeras no están escondidas sino ocupando un lugar excepcional junto a una gran ventana que te permitirá disfrutar de un baño de espuma viendo el skyline de una ciudad que ya no es como era, no desde que la torre 1000M se ha levantado en ella.
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