...para imitar el reconocido y famoso título cinematográfico...aunque el protagonista Charlton Heston no se fuera allí precisamente de vacaciones, sino al mando de una compañía de marines con otra misión menos lúdica; pero si será más fácil escaparse 4 ó 5 días y conocer parte de esa cultura oriental, sus tradiciones y unos rincones de lujo donde nos lo podemos pasar de cine.
En una colosal ciudad de 160.000 km2 de superficie y más de veinte millones de habitantes como es la actual Beijing, cualquiera se puede imaginar sin temor a equivocarse que hay mucho que ver, su extensión e historia hacen de la capital de China un punto obligado para el turista con miras en lejanos horizontes, en este caso del lejano oriente.
Unos pocos lugares indispensables a partir de los cuales, el viajero podrá descubrir otros cientos de zonas monumentales y de ocio son los que en esta ocasión paso a señalar
Un día entero requiere para recorrerse con tranquilidad La Ciudad Prohibida, este impresionante complejo lleno de palacios, de lo que fue el centro político chino y la residencia del Emperador durante cinco siglos, desde la dinastía Ming hasta la Quing.
También merece detenerse en El Templo del Cielo, monumental palacio taoísta del siglo XV, rodeado de inmensos jardines y más palacios, a una hora caminando de la Plaza de Tiananmen y sin dejar de contemplar monumentos allá donde dirijamos nuestros ojos.
Una de las grandes atracciones de este extenso país y su capital son los mercados, inmensos centros comerciales como El mercado de la Seda y el de Sanlitum Yashow donde podrá degustar desde una taza de té de varios miles de euros el kilo a hacerse un traje exclusivo a la medida en un solo día en alguna de las sastrerías que ocupan sus espacios comerciales.
Obviamente no vamos a ser capaces de recorrer La Muralla China en su totalidad, por lo que les recomiendo centrarse en la no menos gran Muralla de Simatai, y que se encuentra en la lista de maravillas del mundo de la UNESCO, esta sección de la gran muralla conserva su apariencia original desde su construcción en el periodo Wanli; majestuosas estatuas de jade, torreones donde incluso se puede dormir y… muchos desniveles y escalones, tómenselo con calma y disfrutarán.
Señalar como curiosidad y como ya se apuntaba al principio, que “55 Días en Pekín” fue rodada en España, concretamente en Las Rozas (Madrid), quizás va siendo hora de que se atrevan a vivir y protagonizar su propia película en los escenarios originales, y ya tienen algunas pocas ideas por donde empezar.
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