El Mirador es un hotel de cinco estrellas de Iberostar que se encuentra en la privilegiada costa de Adeje, en el suroeste de Tenerife. A pesar de sus grandes dimensiones, no está pensado para acoger a una gran multitud de turistas, de ahí que sus cinco plantas no estén rebosantes de habitaciones y allá mucho espacio para servicios y zonas comunes, como la piscina, una gran barra circular para servir cócteles, varios restaurantes, un centro de spa completamente reformado para esta temporada...
En el hotel destaca el ala 11. Allí se encuentran las habitaciones de la 1101 a la 1106. Ésta última es la joya de la corona. Ocupa una pequeña villa bautizada como La Salvia y en su interior esconde un gran salón, un amplísimo baño, un pasillo que hace las veces de vestidor y un gran dormitorio con cama XXL con dosel en la que es imposible no descansar.
Sin embargo, su mayor atractivo está fuera, ya que cuenta con un salón exterior completamente amueblado con sillones, chaise-longues, tumbonas... además de un solárium y una piscina de 20 metros de largo que se comparte con el resto de huéspedes del ala 11, pero a la que se accede de un modo privado y exclusivo, y en la que todo el día es posible disfrutar, sin cargo alguno, de café Nespresso, bebidas frías, fruta, bollería, frutos secos...
Pasar un día en la terraza de la 1106, disfrutando del sol y de un refrescante chapuzón, es lo más parecido a estar en el paraíso. Sólo falta un toque final para que el día sea perfecto. Acercarse a El Cenador, el restaurante más interesante de El Mirador, con fogones dirigidos por Soledad Piñeyro, recien galardonada con el premio a la mejor cocinera de Canarias, y dejarse llevar por sus sublimes creaciones. De su imaginación salen unas mezclas de la tradición canaria con la nueva cocina que será difícil de olvidar, se lo prometo.
Este verano, el próximo otoño, en Navidad... la ocasión es lo de menos. Si puede, vaya a El Mirador y pida la 1106. No se arrepentirá.
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