Vivimos permanentemente conectados a las diferentes realidades entre las que nos movemos con prisa, con el ansia del que sabe que no llega a todo, del que siente que se le escapa el tiempo entre las manos sin alcanzar a llenarlo de tanto como quiere hacer. Y, no nos engañemos, ese ritmo de vida endemoniado y loco nos gusta porque somos renacentistas de corazón y anhelamos hacerlo todo, sentirlo todo, vivirlo todo... pero sin morir en el intento y por eso es ineludible un alto en el camino para regalarnos descanso y desconexión.
Y nada como mimar el cuerpo para desconectarnos del mundo y de la vida... por un rato. Eso nos proponen en Dolce Vital SPA, mimarnos a través de diferentes tratamientos que resultan seductores desde su inspiración, Le fabuleux monde d’Amélie, hasta su propio nombre...
Delicias bohemias aplicadas con unas originales cucharas de madera y manufactura artesanal; bohemia y pasión por los frutos rojos, dos tratamientos que buscan revitalizar tu rostro en 25 y 50 minutos respectivamente; delicias de café pero primero de azúcar en una dulce exfoliación que prepara la piel para la drenante mascarilla de café; brisa mediterránea que siendo de mar no puede ser más que salada, un peeling de sal marina y un masaje hidratante con una crema con extracto de aceite de oliva; lluvia de especias, 50 minutos de exfoliación en exóticos aromas orientales...
Dicen del Dolce Vital SPA lo mismo que se decía de Amélie... Elle va changer ta vie...