Viajar

Medievo y encanto se dan la mano

Hotel del Teatre, un hotel rural con encanto de Rusticae que no sólo ha impulsado el turismo en la localidad, sino que constituye un destino en sí mismo.

El Empordá esconde rincones emblemáticos de la Costa Brava y se confirma como un destino imprescindible de la geografía española. En él se pueden encontrar bellos pueblos medievales como Ullastret, Monells o Peratallada, y también localidades pesqueras cerca de playas y calas como Palafrugell o Cadaqués. Entre los planes para disfrutar allí están las Ruinas de Empúries (conjunto arqueológico grecorromano más importante de España), el Itinerario Josep Pla, el Parque Natural de Els Aiguamolls o el Lago de Banyolas, uno de los más grandes de España.

Por tanto patrimonio turístico se rodea Regencós, otro pueblo medieval con restos de los siglos XIV y XV. En él, se sitúa el Hotel del Teatre, un hotel rural con encanto de Rusticae que no sólo ha impulsado el turismo en la localidad, sino que constituye un destino en sí mismo. Los detalles se descubren en cada rincón del hotel, estructurado en dos casas centenarias de piedra unidas entre sí. Cuenta con siete habitaciones decoradas cuidadosamente en tonos cálidos y relajantes. Los portátiles con conexión a Internet y la colección de más de 200 DVDs a disposición del público demuestran que no sólo es posible sentirse como en casa, ¡sino estar mucho mejor! Jardines, piscinas, biblioteca y un desayuno buffet lleno de especialidades de la casa hacen el resto.

Es imposible entender el Hotel del Teatre sin su restaurante, la Cuina del Teatre. El nombre de ambos se debe a que están ubicados en una casa del año 1800 en la que tenían lugar las actuaciones teatrales. Su decoración es de estilo neoyorquino, con grandes sofás y con una amplia terraza para las noches de verano. Mucha luz, mucho cristal y un ambiente inigualable. El escenario, perfectamente conservado, conserva su esencia y sirve para la proyección de imágenes que acompañan a la música de ambiente.

Detrás de los fogones se nota en cada servicio la mano de Eduardo Puig, una cocina que apuesta por platos elaborados con materia prima de primera calidad y aroma mediterráneo. Cada visita es un mundo distinto gracias a su carta de temporada, que rota guisos y acompañamientos. Este mes de marzo abre de nuevo sus puertas hasta el mes de junio y es una oportunidad inmejorable de conocerlo aprovechando uno de los packs ‘lovers’ de fin de semana que prepara el hotel.

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