El Balcón de Guipúzcoa es uno de los lugares más emblemáticos del norte de España, un lugar que rodean prados verdes, colinas, ermitas y caseríos. Es el lugar donde Iban y Lorena decidieron hacer realidad un sueño y otorgar de nueva vida a un palacio convirtiéndolo en el hotel Iriarte Jauregia, miembro del sello de calidad Rusticae. El hotel es una atracción no sólo por lo que esconden sus paredes, sino por la posibilidad que brinda de conocer una región rica en gastronomía, vinos, o actividades como senderismo y paseos a caballo.
Como todo buen palacio, el hotel está lleno de estancias donde disfrutar de un buen libro o simplemente del silencio. Te encantará el zaguán, donde la bienvenida es responsabilidad de la chimenea de piedra y los abrazos recaen en los pufs y grandes cuadros de las paredes.
Los distintos materiales se combinan en las estancias para ofrecer un ambiente diferente de modernidad y confort. Un ejemplo es la barandilla de acceso a la parte superior, de cristal, un diseño que seguro que no disfrutaron los miembros del servicio de la casa, que habitaban la parte alta del palacio. En la planta baja la balaustrada original de madera dirige al comedor, que se ve sustituido por la terraza si el clima lo permite.
La idea de vivir en un palacio nos gusta cada vez más, vamos a pensar en ello leyendo a la sombra de los árboles centenarios del jardín de Iriarte Jauregia.
En rusticae.es
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