Viajar

El estilo de la Ringstrasse y la Viena imperial

Además de la música que inunda plazas, Viena nos deslumbra con su desbordante arquitectura.

Además de la música que inunda plazas, calles, cafés o cualquier rincón de la ciudad por escondido que se encuentre, Viena nos deslumbra con su desbordante arquitectura. Desde representaciones del arte gótico como la Catedral de San Esteban hasta los innovadores diseños urbanos con los que arrancó el nuevo siglo luciendo con todo su esplendor en el recién estrenado MuseumsQuartier, la capital austriaca es un crisol de las diferentes tendencias arquitectónicas que a lo largo de la historia han ido dejando su huella.

Aunque es, sin duda, su grandioso pasado imperial el que ha definido la cara más monumental de Viena con los imponentes palacios barrocos que fueron residencia de la antigua dinastía Habsburgo. Comenzamos por el suntuoso Palacio Imperial, el Hofburg –hasta 1918 centro del vasto Imperio austrohúngaro, hoy casa presidencial y museo de renombre internacional–, donde encontramos decenas de colecciones artísticas, espectaculares parques repletos de fuentes, jardines exóticos y estatuas que nos invitan a soñar convirtiéndonos en los auténticos protagonistas de un cuento de hadas. Deliciosos cafés y restaurantes rodean el recinto para recuperar fuerzas y continuar el recorrido por la historia, el arte y el placer en siguiente “imperdible”: el Palacio de Schönbrunn, residencia de verano de la familia del emperador y, justo enfrente, la Escuela de Española de Equitación que con su famoso Ballet de Lipizanos hace las delicias de los amantes del arte ecuestre.

Otro de los legados de los Habsburgo es la célebre Ringstrasse. Es mi voluntad... Con estas palabras el Emperador Francisco José ordenó el derribo de las viejas murallas iniciándose la construcción del Grand Boulevard donde aristócratas y burgueses de alta cuna se apresuraron a edificar palacios lo más pomposos posible con un diseño heterogéneo que imitaba formas arquitectónicas anteriores, hoy conocido como estilo Ringstrasse, y en cuyo recorrido encontramos edificios tan espectaculares como la Ópera Nacional, la Albertina, el Parlamento o el Museo de Historia Natural.

La Viena del cambio de siglo abrió paso al Art Nouveau cuyas variantes geométricas y patrones han logrado convivir en perfecta armonía con el ostento barroco imperial.

Salir de la versión móvil