Quizás suene exagerado, en tanto que hay auténticos paraísos playeros en los cinco continentes, pero son pocos los que no ponen a la de Grace Bay en el Top 10 de sus favoritas. Esta amplísima playa de fina arena blanca se encuentra en una isla poco conocida para el que no está acostumbrado a los grandes viajes: Providenciales, en el archipiélago de Turcas y Caicos.
Este rincón del planeta, al norte de Cuba y al sur de Bahamas, es un enclave único. A pesar de ser islas atlánticas como Bermudas, se salva de las inclemencias del océano gracias a unos arrecifes que paran las mareas y permiten que sus costas sean bañadas por aguas turquesas. De hecho, no exagera el que describe este país como un trocito de Polinesia a menos de dos horas de Miami. Y de todas sus playas, la que goza de mayor predilección es ésta. Al contrario que otras islas menos pobladas, se da el caso de que Grace Bay se encuentra en la más poblada, y en la que se encuentra el aeropuerto internacional. Pero en vez de encontrarse cerca de las viviendas, está en una esquina, donde sólo se puede acceder fácilmente en barca o andando tranquilamente por la arena.
Con temperaturas agradables todo el año, pequeñas olas y mucha, muchísima arena en la que practicar cualquier deporte, es el lugar preferido por buceadores de todo el mundo, que vienen aquí a ver en el arrecife que delimita la playa diferentes peces y tortugas. Además, para los momentos de descanso, qué mejor que el Grace Bay Club, donde poder tomarse un refresco, o en alguno de los restaurantes y lounges que jalonan la playa y pertenecen a varios hoteles de lujo.
El próximo chapuzón, ¿por qué no en Grace Bay?
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