Por lo general, aquellas ideas que surgen de pensamientos pasionales, suelen ser las más fructíferas. No importa que alguien afirme que es imposible, la clave reside en creer en ello y ponerle ganas y empeño. El capitán Richard With llevaba esa idea grabada a fuego y por eso apostó por su proyecto y logró que saliera adelante.
Los barcos Hurtigruten son, desde hace más de 120 años, sinónimo de viajes de exploración, de travesías en busca de la belleza que nos ofrece la propia naturaleza, de aventuras y tranquilidad a bordo de un transporte que fue diseñado para llegar donde no había llegado anteriormente nadie.
Cuando el capitán Richard With aceptó el reto de inaugurar una ruta marítima regular entre el sur de Noruega y las costas del norte, muchos pensaron que era una locura. Pero a los hechos nos remitimos y, como suele ocurrir, el tiempo pone todo en su lugar. Ha pasado más de un siglo y los barcos Hurtigruten siguen siendo los reyes del mar de Noruega.
El otoño es la época perfecta para subir a bordo de un Hurtigruten y viajar a lo largo de la ruta del Expreso del Litoral. Todavía los termómetros no marcan temperaturas extremas, comienza la temporada de auroras boreales y el paisaje se tiñe de una gama de colores que resulta un espectáculo para la vista. Estos barcos navegan aún con la bandera del servicio postal, ya que en un primer momento fueron creados para transportar mensajería, paquetes y cartas. A día de hoy siguen haciendo paradas para entregar el correo, lo que tiene un punto histórico que resulta muy atractivo.
Richard With cosechó un gran éxito con su idea y gracias a él son miles los viajeros que anualmente disfrutan de este viaje que no es un crucero al uso, sino que se trata de un viaje donde el relax juega un papel fundamental. Tampoco existen las actividades propias de un barco de ocio, como son discoteca, cenas de gala, cines, casinos o fiestas temáticas.
En los barcos Hurtigruten el ambiente es informal, invita a la lectura y a la fotografía, con un trato cálido por parte de toda la tripulación y un buffet o menú a la mesa que sumerge a todos los pasajeros en la gastronomía típica noruega, con platos elaborados con recetas clásicas. Existen varios tipos de cabinas, todas ellas sencillas pero con las comodidades básicas que cualquiera espera de un barco.
Se puede recorrer la costa en su totalidad, desde Bergen a Kirkenes –ciudad fronteriza con Rusia- o bien en sentido contrario. Puedes consultar el catálogo online con todos los viajes, ofertas, fechas y excursiones en la página web de Hurtigruten.
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