El macizo de Hochkönig es uno de los más impresionantes de Austria. Se encuentra en los Alpes de Berchtesgaden, a 42 km. de Salzburgo, y tiene entre sus particularidades que se encuentra separado del resto de la cadena montañosa por el llamado ‘océano de piedra’, lo que permite visiones únicas del mismo, como si estuviera colocado de forma artificial en una planicie y no en la cordillera más importante de Europa.
Una de las villas que pueblan su base es la de Hinterthal, dentro del área de influencia de Maria Alm, que se encuentra a no demasiada distancia y que es una de las estaciones de esquí más conocidas del país centroeuropeo. Con una extensión de apenas tres kilómetros cuadrados, se basta para ser uno de los rincones más bonitos de Austria, especialmente en invierno, cuando un manto de nieve lo cubre casi por completo. No es de extrañar que los hoteles que allí se levantan y merecen la pena sean, sobre todo, los etiquetables como ‘boutique’.
Es el caso del Jahdgut Wachtelhof, que destaca por el gran lujo que ofrece a sus huéspedes en sus apenas 17 habitaciones (desde 187 €/noche). Y es que estamos ante un refugio alpino excepcional, con el encanto que supone estar situado en todo un chalet de alta montaña, como los tradicionales que se usaban para la caza, dentro del valle y con acceso directo a la zona de esquí de María Alm-Hochkönig (Salzburgo se encuentra a menos de una hora en coche).
Sus habitaciones destilan un encanto alpino único, alternando las piezas típicas de alta montaña, como sillas de madera talladas a mano, con detalles contemporáneos como los butacones de diseño o las lámparas contemporáneas. Además, no faltan mantas gruesas, alfombras mullidas, la chimenea siempre encendida o los detalles en el clásico verde oscuro austriaco.
El plato fuerte de una estancia en el Jagdgut Wachtelhof es, sin duda, poder disfrutar de su Heurigen Spa, con vistas a Hinterthal. Es todo un remanso de paz, y ha permitido a este establecimiento, que forma parte de Small Luxury Hotels of the World, alzarse con el premio al Hotel del Año 2016 por la guía de restaurantes y vinos 'Gault & Millau'. Abierto de 10 de la mañana a 10 de la noche, el Heurigen cuenta con circuito termal, área de descanso, cabinas para recibir los mejores masajes, sauna finlandesa, sauna de vapor, solárium, piscina exterior, jacuzzis... Todo un rincón de indulgencias en una encantadora cabaña de madera junto a la piscina del hotel donde, además, se pueden dar clases de yoga antes de comenzar una jornada de descensos.
Y si se quiere acabar el día con estilo, nada como un cóctel junto a la chimenea del bar del hotel, o cenar a la carta en el restaurante del mismo, pensado para que las parejas puedan recordar su jornada de esquí entre risas y confidencias.
Entre las 17 habitaciones destacan las suites, con capacidad para hasta cuatro personas (una cama de matrimonio y dos individuales), que son las estrellas del chalet y que, como también en otras habitaciones, cuentan con una terraza privada que da a las montañas, por lo que las vistas al despertar están garantizadas.
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