Dos grandes volcanes dieron vida a uno de los destinos más deseados: la isla de Maui. Allí, a la orilla de Wailea Beach, una playa que cada año visitan decenas de grandes ballenas, se encuentra el Four Seasons Resort Maui, un cinco estrellas que se ha propuesto dejar huella en todos sus huéspedes gracias, entre otros motivos, a un programa único de actividades. Así, por ejemplo, ofrece cursos de windsurf con los campeones del mundo Matt Pritchard y Shawna Cropas como instructores, o conciertos privados de música clásica de la mano de afamados concertistas.
Es imposible no encontrar nuestro particular oasis de paz en este hotel. Con 380 habitaciones, cada una est· decorada con sofiticación, utilizando para ello toques de artesanía local, muebles confortables y amplios y detalles típicos de la región como plantas tropicales. De entre todas destaca la Maile Suite, con capacidad para seis adultos y que se encuentra en la séptima planta del complejo. Sus 465 metros cuadrados permiten una vista del océano de 180 grados y cuenta con diferentes estancias, así como una completa sauna en su amplísimo baño de mármol.
Con tres campos de golf, otras tantas piscinas y un completo spa, uno de los puntos fuertes del Four Seasons Maui es la gastronomía. Su restaurante principal es el Spago y al frente se encuentra el chef Wolfgang Puck. Su carta ofrece un menú de inspiración hawaiana regado con vinos traídos de todo el mundo. El plato estrella: Mahi-Mahi (un pescado local) a la plancha, con piña, cebolla dulce y setas shitake.
Una playa paradisíaca, dos volcanes en el horizonte y palmerales dispuestos a cobijarnos después de un baño en el Pacífico. ¿Qué más se puede pedir? Bienvenidos a Maui.
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