450 metros cuadrados e íntimos, 670 de espacio exterior, 47 de piscina cubierta, 67 de vaso con vistas al mar, dos habitaciones con otras tantas camas king size, un salón, dos baños, una chimenea, una terraza privada a nivel del mar... y unos 35.000 dólares por noche en función de la temporada. En realidad no es una suite sino una villa, una casa de decoración clásica y griega con vistas al Mediterráneo.
Hay hoteles que uno no comtempla más que por el placer de ver cosas y rincones bellos, son lugares que escapan a nuestro presupuesto vacacional pero nunca a nuestro exquisito gusto; esta lujosa villa es uno de esos rincones, uno de los alojamientos más lujosos y discretos de Europa además de uno de los más deseados por la flor y nata de la alta sociedad europea y americana.
Las posibilidades que ofrece esta villa son más de las que ningún hotel puede dispensar a sus huéspedes; aquí dispondrás de un centro de negocios en exclusiva, un lugar con ordenador portátil, fax, impresora, escáner, teléfono, video... y, por supuesto, todo conectado a internet vía una conexión de cable y wifi de alta velocidad; descubrirás también un pequeño espacio, en el interior de la villa, dedicado a un bar y una cocina americana totalmente equipada, que da paso al jardín y su piscina con su barbacoa lista para que seas tú quien invite a comer.
El colmo del lujo llega de la mano del cuidado personal con espacios tanto para masajes como para trabajar con entrenador y el detalle más apetecible es, sin duda, el camino que te lleva directamente de tu villa a la playa.
¿Qué más se puede pedir a un hotel que una suite como una villa? una como Royal Villa, decorada al estilo contemporaneo, sin renunciar si quiera al sofisticado detalle de las obras de arte conorando el salón.
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