Llegó octubre con sus rutinas y a la cita sólo ha faltado el frío, un compañero de otoño e invierno al que no echamos de menos porque nos gusta y el sol y porque sabemos que nosotros le gustamos a él y, más pronto que tarde, nos encontrará. Para entonces, ya enfrascados en las rutinas de invierno y con la bufanda al cuello seguro que soñarás con encontrar una cueva en la que esconderte de las inclemencias de la vida y de la que no salir hasta que salga antes el sol fuera... Pues bien, hemos encontrado esa cueva idea, está en el sur de Italia y esconde un hotel de lujo en el que la vida es clemente y apacible.
Para llegar a este elegante hotel hay que viajar a Matera, una localidad ubicada entre la punta y el tacón de la bota de Italia, se trata de una precioso rincón del mundo que ostenta la distinción de Patrimonio de la Humanidad concedida por la UNESCO porque su casco antiguo es sorprendente y bello, en él las casas están escavadas en roca caliza... la misma roca que da cobijo al hotel que hoy te recomendamos: La Dimora di Metello.
El interior del hotel, escavado en una cueva de Matera, es funcional y vanguardista, decorado en blanco y beige, dejando todo el protagonismo a la roca caliza que lo cobija, resulta acogedor y relajante; además podrás salir a sus coquetas terrazas y, desde ellas, disfrutar de excepcionales vistas del casco histórico de la ciudad.
Si hacemos un poco de historia, descubriremos que el romanticimo que tienen hoy las casas-cueva de Matera -llamadas sassi- es algo que viene de hace pocos años; en el siglo pasado la población fue desalojada de estas viviendas por su antiguedad y dudodas condiciones de salubridad pero los habitantes de Matera parecían negarse a dejar un hogar que, dicen, fue también el de los primeros seres humanos de Italia; no sabemos si fue pericia turística o el empeño de la gente pero lo cierto es que tanto el gobierno italiano como la Unión Europea y la UNESCO han dado un gran giro a la situación y, a día de hoy, el casco viejo de Matera no es ya un barrio pobre sino un rincón de la ciudad lleno de hoteles y pubs en el que la vida vibra.
Alojarse en La Dimora di Metello es tanto como vivir en una casa que bien pudo haberlo sido de un humano 9.000 años atrás... claro que después de pasar por las manos de los visionarios del S.XXI que han convertido esta cueva en un hotel sin par.
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