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Un resort para descubrir Tahití de norte a sur

Las actividades del Radisson Plaza Resort permiten conocer el interior de la isla, sus montañas y saltos de agua.

Hay destinos de los que es imposible cansarse. Uno de ellos es la Polinesia Francesa y, más concretamente, Tahití, la isla soñada por quienes quieren hacer realidad el sueño de playas de arena blanca, palmeras que caen sobre la arena y aguas cristalinas que arrullan un buen descanso frente al Pacífico.

Allí es encuentra en Radisson Plaza Resort, a solo 10 minutos de la capital, Papeete, y frente a la playa de Lafayette, hacia donde miran sus 165 habitaciones, 53 de ellas suites y otras 26 Duplex Suites, dominando la bahía de Matavai. El complejo, enmarcado dentro de un jardín tropical cuajado de flores llama la atención también por sus alrededores, no solo por la playa. Pasear por él es toda una experiencia.

Como buen resort, cuenta con una gran piscina diseñada en forma de laguna, por lo que su gran extensión permite zambullirnos en el agua sin tener en ningún momento la sensación de que tenemos que compartir nuestro espacio. Rodeada de tumbonas, también cuenta con un gran jacuzzi exterior para los que prefieran burbujas... así como una entrada privada con catarata incluida a la playa que mezcla el turquesa de la piscina con el del mar.

El hotel, en cuyas habitaciones prima un interiorismo con detalles polinésicos y colores suaves, muy naturales, oferta un buen número de excursiones. Así, es posible recorrer la isla en vehículos todo terreno, que cruzan las zonas más montañosas para llevar a los huéspedes a ver saltos de agua y lugares de interés arqueológico. También es posible apuntarse a senderismo por el interior de la isla, o a una excursión a la isla de Moorea, en un vuelo de 10 minutos, o visitar el famoso museo de Paul Gauguin...

Y todo ello sin olvidar la artesanía local. El hotel cuenta con acuerdos con fabricantes locales para poder adquirir auténticos pareos polinésicos, así como joyas creadas con las perlas negras tahitianas. Todo ello mientras se disfruta de una gran puesta de sol y especialidades locales en el Hiti Mahana, su restaurante.

A partir de 160 €/noche.

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