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Un lodge de lujo único en los Alpes franceses

Propiedad de los dueños del castillo Smith Haut Lafitte, el SHL Lodge es el reflejo del lujo alpino de Meribel-Los Tres Valles, en Francia.

Hablar del Château Smith Haut Lafitte es hacerlo de un pequeño imperio hotelero del lujo. Así, no falta un establecimiento dedicado al mundo del vino, Les Sourcer de Caudalie, en Burdeos, con restaurantes estrellados por la Guía Michelin; una propuesta urbana en una pequeña villa del siglo XIX a las afueras de París, Les Etangs de Corot; y, por último, el mejor de los lodges que podremos encontrar en los Alpes Franceses: el SHL Lodge.

Situado en la no menos interesante estación de esquí de Meribel-Los Tres Valles, se trata de todo un refugio de montaña construido en clave de lujo. Tiene capacidad para albergar hasta a 15 personas y en él podremos sentirnos como en una antigua mansión nobiliaria, ya que tendremos como ayuda todo un equipo de servicio que se compone, entre otras personas, por un mayordomo, un chef y todo un equipo de limpieza y ayuda de cámara.

El SHL Lodge es espacioso y se ha decorado con elegancia, siguiendo un estilo tradicional alpino, en el que todo gira en torno al salón principal y, sobre todo, a su chimenea. Además de una gran biblioteca, no serán pocas las veces que, cuando haga buen tiempo, salgamos a sus muchas terrazas a tomar un chocolate caliente mientras vemos el paisaje completamente nevado. Las vistas son fascinantes.

Y al caer la noche, nada como relajarse viendo alguna película todos juntos en la pequeña sala de cine con la que cuenta el complejo, además de una bodega y, lo más divertido, un spa que incluye hasta una piscina interior, además de sauna de vapor y zona de relajación.

Las 15 personas se distribuyen entre cuatro habitaciones dobles, una de ellas, la principal, configurada como suite, con terraza privada y vestidor independiente. Todas con su baño dentro de la habitación. Hay que sumar dos dormitorios infantiles con camas nido (también con su baño propio) y, en el caso de que fuera necesario, la sala de cine se puede reconvertir en dormitorio doble (incluso con ducha).

A partir de 45.000 €/semana, todo un lujo alpino a pocas horas de España.