Compuesto por apenas 11 suites, el Saint Andrews Gramado es un hotel muy poco convencional. O al menos en el paralelo donde se encuentra, ya que no es frecuente toparse con castillos escoceses en el Hemisferio Sur.
Entre los impresionantes paisajes de la Sierra Gaucha, en el Estado brasileño de Río Grande do Sul, se encuentre este lugar que no deja de asombrar al turista desinformado. Porque lo que aquí se va a encontrar es un castillo escocés, el de Saint Andrews, y cada habitación se ha decorado con mimo y de forma diferente al resto, tomando como referencia el color de la piedra preciosa que le da nombre. Así, lo único en común entre cada una es la elegancia y la majestuosidad, pero poco más.
Candelabros de cristal de Bohemia, muebles de caoba, grandes alfombras... poco o nada hay aquí de tipismo carioca. Tampoco en su restaurante, donde se sirve una refinada cocina internacional. El jardín, en cambio, es el hábitat de exóticas aves que acuden a él a anidar, un oasis de tranquilidad desde el que es maravilloso contemplar el atardecer en el valle de Quilombo.
Con piscina interior cubierta, cursos de cata (en el restaurante hay una de las cavas más impresionantes de la región), golf y excursiones alrededor del Lago Negro, unas vacaciones aquí nunca fueron más exóticas.
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