Olivares, viñedos, campos de frutales y un paisaje completamente rural encierran un edificio multi espacio que combina arquitectura, restauración, gastronomía y enoturismo. Muy cerca de Logroño, a los pies de la Sierra de Moncalvillo, se asienta el hotel Finca Los Arandinos.
Este centro turístico es el primer hotel de cuatro estrellas en la región con spa y restaurante integrado en una bodega. Su estilo moderno y vanguardista llama la atención del visitante desde el primer momento, empezando por su cuidado diseño exterior, firmado por el arquitecto riojano Javier Arizcuren y siguiendo por el interior, que corre de la mano de David Delfín.
El diseñador de moda ha sido el encargado de poner un punto diferente a este relajante espacio de viñedos. De hecho, 10 de las 14 habitaciones que dispone el hotel y algunos espacios públicos son obra de Delfín. Los colores que reinan aquí son los blancos y madera, los espacios amplios, las líneas rectas… todo muy limpio, todo muy pulcro. Y cómo no, el estilo inconformista del diseñador se aprecia en la singular disposición de algunos elementos como un escritorio con sillas encerrado en un armario. Habitaciones que son como él mismo define “transformables”.
Otro de los espacios donde Delfín pone su firma es en el restaurante “Tierra”, que por cierto está abierto al público. Y es que para un hotel de categoría es fundamental contar con un buen restaurante entre los servicios que ofrecen a sus clientes. El chef Diego Rodgríguez, discípulo de Berasategui o Adriá, rinde homenaje a la tierra en la que se asienta la Finca con productos “kilómetro cero”, es decir, productores a menos de 100 kilómetros que dedican su vida a sacar lo mejor de la tierra riojana.
Finca los Arandinos cuenta con un spa a pie de viña, con todo tipo de bañeras burbujeantes, con acceso exterior a una terraza solárium donde respirar el aroma de las barricas y disfrutar de la paz que brinda este entorno de viñedos. A partir de 150€/noche.
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