En Tiblisi, la capital de Georgia, todo gira en torno a la gran avenida Rustaveli. Allí se encuentran los principales edificios, las academis de ciencias y teatro, el Parlamento, la Ópera Paliashvili, el Museo Nacional... Todas obras emblemáticas que nos hablan de un pasado soviético, pero también de los años anteriores, de gusto Imperial. Con más de un kilómetro y medio de extensión, es también el lugar en el que se encuentra el Marriott Tibilisi, un cinco estrellas que ha hecho del lujo una puerta de entrada a Georgia.
Nada mejor que hospedarse en él para aquellos que quieran descubrir uno de los países más interesantes del Caúcaso y, sin duda, el de gastronomía más importante y diferenciada, con platos que nada tienen que envidiar al de cualquier otro lugar del mundo. Quien haya probado el jincali o el jachapuri sabe que son delicias propias de dioses, calóricas, eso sí, pero delicias al fin y al cabo.
El hotel de la cadena Marriott cuenta con un amplio gimnasio y sauna, aunque es en el apartado de restauración donde pone el acento. Su elegante restaurante Parnas sirve cocina francesa, mientras que el bar del salón se ha especializado en aperitivos y cócteles. Si aún no es hora de tomar un trago, en el salón Majestic hay siempre pastas acabadas de hornear para acompañar un café a la hora de la merienda.
Con un estilo clásico en la decoración, funcional y cómodo, es un gran centro de operaciones para empresarios que tengan que desplazarse a Georgia. Todos los servicios están cubiertos, sólo hay que relajarse. A partir de 230 €/noche.
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