En pleno centro de Manhattan encontramos uno de esos hoteles que nos acercan a la que debe ser la vida de las grandes fortunas de Nueva York, las familias que viven a diario en mansiones ubicadas en los pisos más altos de los edificios del Upper East Side. Precisamente en ese distrito es donde se encuentra el The Surrey Hotel, un Relais Chateâux en el que lujo, sofisticación y buen gusto se dan la mano.
En un edificio residencial de 1926, es un enclave perfecto para los amantes del arte, en tanto que el hotel cuenta con 31 obras de arte moderno que se encargó la decoradora Lauren Rottet de colocar con mimo en cada estancia. Con 157 habitaciones (a partir de 575 $), su interiorismo es una mezcla de funcionalidad y clase, con guiños al mundo de las Bellas Artes pero sin perder comodidad (prueba de ello son los amplios y cómodos sofás, por ejemplo, o las alfombras con estampados de vanguardia en tonos grises).
Tras su última remodelación, el hotel cuenta con una terraza en el último piso desde la que se domina buena parte de la ciudad. Pocas cosas pueden compararse a tomar una copa aquí al atardecer.
Su spa está considerado uno de los mejores de Nueva York en un hotel. Se llama Cornelia Spa y cuenta con diferentes tratamientos a cuál más apetecible. Antes de entrar en la cabina, al huésped se le ofrecen unos bocados de miel artesanal y té, con los que podrá entrar relajado en un ambiente tan exclusivo. No es lo único con miel, uno de los tratamientos, el Honey Harmony, deja la piel sedosa gracias al juego de sales marinas, cítricos y la ambrosía de las abejas. Por cierto, siempre con sus propios productos cosméticos. Con mimos así, cualquiera deja pasar la oportunidad de disfrutar del Upper East Side...
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