A apenas 60 km. de Guadalajara (México) se encuentra una de esas localidades de la que todo el mundo conoce su producto más destacado: Tequila. No todo el mundo sabe que el destilado mexicano por excelencia se produce tradicionalmente en esta ciudad del Estado de Jalisco, rodeados de la belleza de los valles y picos de la Sierra Madre Occidental.
Con poco más de 60.000 habitantes, el municipio vive por y para el tequila, así como por el turismo que genera tanto para aficionados como para quienes quieran descubrir una de las zonas más hermosas del paisaje de México. Además, es de los lugares más desnivelados, ya que hay un salto de casi 2.000 metros entre las orillas del río Santiago y Chico y el cerro de Tequila, por lo que no faltan opciones para enamorarse del lugar desde todos los puntos de vista y, sobre todo, alturas.
Como centro productor de tequila, allí tienen su sede grandes firmas mundiales del destilado. Una de ellas es José Cuervo, que combina su trabajo licorero con una interesante oferta hotelera de lujo, englobada dentro de lo que llaman Mundo Cuervo y que tiene su máxima expresión en el Hotel Solar de las Ánimas, un cinco estrellas de aire colonial que es como un viaje al pasado, así como un oásis de tranquilidad.
El hotel está en el corazón del pueblo, al pie del volcán y junto a la iglesia de Santiago Apostol. Con 93 habitaciones, une la arquitectura típica mexicana del siglo XVII y XVIII (el edificio es una antigua casa criolla de los tiempos del Virreinato). Destaca la Suite Real King (desde 850 €/noche), que se conecta con una Master Suite de dos camas si fuera necesario y que ofrece servicio de mayordomo las 24 horas. En sus 110 metros cuadrados hay un gran balcón, además de acabados en mármol, elegantes muebles de época colonial... De mimarnos en el baño se encarga la firma L'Occitane.
La restauración es clave en Solar de las Ánimas, de ahí que forme parte de Relais & Châteaux (una entrada que se ha producido este mismo año). El restaurante principal es La Antigua Casona, donde se ofrecen los platillos típicos de Jalisco, así como un menú creado con ingredientes orgánicos y que quiere ser referente de la alta cocina mexicana de vanguardia. Por supuesto, no faltan tequilas en su barra, aunque para una copa, mejor el Sky Bar, con vistas al volcán desde su terraza anexa. Además, hay que añadir una coctelería: el bar Chucho Reyes, donde, además, hay una colección de obras de artistas locales.
La terraza del Sky Bar comparte espacio con una recoleta piscina en la que poder refrescarse durante el día o cuando empieza a atardecer. Todo un plan para descansar, con un margarita o un tequila esperándonos en la barra, después de un día descubriendo Jalisco.
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