El distrito financiero de Shanghái bulle como cada mañana. Cientos de personas corren de un lado a otro mientras a cientos de metros sobre ellos una pareja de ejecutivos toma a pequeños sorbos un café que reposa junto a un plato de pastas y un croissant. Son huéspedes del Ritz-Carlton Pudong, uno de los mejores cinco estrellas del mundo. Inaugurado con motivo de la Exposición Universal de 2010, está situado en los 18 últimos pisos de un rascacielos de 58 alturas, por lo que no es de extrañar que se trate de uno de los mejores miradores desde donde apreciar el skyline de la ciudad.
El estilo Art Deco, que se entremezcla con detalles asiáticos y una concepción del color muy propia de la nueva China, cuenta con 285 habitaciones que van desde los 50 metros cuadrados de las más pequeñas hasta los 400 metros cuadrados de las cuatro suites Ritz-Carlton. En todas, televisores LCD de 42 pulgadas, teléfonos multilínea, sábanas italianas y conexión para el iPod. Y si se llega tarde de la reunión, o la cena se alarga y se quieren bajar las calorías de más, una piscina cubierta con vistas increíbles abierta las 24 horas.
Su oferta gastronómica está a la altura de la propia disposición del hotel. El restaurante Scena, el principal, se ha especializado en platos italianos, mientras que el restaurante Jin Xuan prepara comida cantonesa. Aunque para picotear, nada como el salón Flair Lifestyle, situado en la azotea y en el que es posible tomar el té por las tardes; o degustar un café con dulces en la cafetería Aroma.
Hacer negocios en Shanghái y disfrutar de las mejores vistas es posible a partir de 320 €/noche.
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