Cuando se nace en un país con una rica cultura artesanal, sólo estando ciego de realidad uno puede vivir sin la influencia de los colores y texturas de su tierra. Así pasa con el estudio de diseño hindú Sahil & Sarthak que aceptaron el reto de crearle el concepto al resort Lakshman Sagar, ubicado en Rajasthani a la orilla del lago cerca de la aldea de Raipur, en India.
Es un complejo casi en el medio de la nada que se camufla con el paisaje, pero que a la vez destaca por el contraste de sus verdes, azules y magentas estridentes que resaltan detalles del exterior y en el interior de las habitaciones, predominando las estancias sin absorberlas. Estamos en un hotel, sí, pero con ese punto a hogar con un toque a palacio de cuento, un castillo de historia de Disney.
Con este proyecto, Sahil & Sarthak remarcan su filosofía de “0 km” que busca nutrirse de los recursos de la zona de sus proyectos para evitar un impacto medioambiental negativo y, por supuesto, colaborar en el desarrollo del entorno asegurándose la sostenibilidad de sus trabajos a corto y largo plazo.
Para el Lakshman Sagar, se basaron en el “jajmani”, el sistema de castas hindúes por el cual las más poderosas necesitan y se apoyan de las menos afortunadas y viceversa. Te imaginarás que estando lejos de todo, los materiales disponibles eran limitados. Pero la creatividad y el oficio de los artesanos de la zona sumado a la visión de los diseñadores, lograron conseguir nuevas soluciones espaciales y de decoración con objetos que tienen una historia.
Por ejemplo, los muebles fueron especialmente diseñado para las habitaciones del hotel, pero comparten el legado de de tradición y ética de los pueblos de Raipur. El comedor está decorado con las cabezas de venado que los campesinos del lugar utilizar para arar la tierra. Y la tapicería del mobiliario está realizada con telas utilizadas para la ropa de las mujeres de la comunidad local.
Y el concepto de vivir la cultura del lugar no sólo está en las paredes, también en los servicios que presta el hotel. Doce habitaciones que en realidad son minipalecetes amplios construidos en adobe y piedras con techos de madera y paja, pero con todas las comodidades que necesitas para que tu descanso esté asegurado. Además, están construidas como lo han hecho toda la vida en la zona para que cada ambiente esté fresco sin necesidad de aire acondicionado y se calienten con un hogar a leña.
Cenas en tu jardín privado, a metros de tu cama, saboreando la cocina hindú tradicional hecha cara a cara mientras puedes ir hablando con los cocineros sobres tus gustos o los secretos de sus recetas.
Ser parte del entorno no se trata sólo de mimetizarse con el paisaje, se trata de vivirlo. Por eso puedes sumarte a las visitas turísticas más convencionales como el Santuario de vida salvaje Todgarh, ir con los locales a identificar las aves de la laguna o ir hasta la huerta ecológica del resort para recolectar, junto a los agricultores, tu cena.
Es un destino de descanso, un oasis en medio de la nada. Es un resort, pero en el Lakshman Sagar, los Sahil & Sarthak consiguieron reinterpretar la cultura, mezclarla, para conservar su esencia y darle un uso muy moderno, para vivir India en colores.
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