Los propietarios de este magnífico hotel apuestan por los productos locales y donan beneficios a la escolarización de los niños de Vanuatu.
En el Pacífico Sur, al este de Australia, encontramos la República de Vanuatu, un país formado por un conjunto de islas de origen volcánico. En 1606, el explorador hispano-portugués Pedro Fernández de Quirós se convirtió en el primer europeo en llegar a las islas. Más tarde pasó a manos de franceses e ingleses, hasta su independencia en 1980, recuperando el modo de vida y las costumbres tradicionales. Los viajeros que vengan a Vanuatu disfrutarán de un paraíso natural único y una cultura ancestral.
Entre las islas de Aore y Malo se encuentra la isla de Ratua. Aquí se levanta el hotel Ratua Island Resort & Spa, el motor económico de esta pequeña isla y un referente de sostenibilidad y solidaridad en Vanuatu. Fue galardonado en 2010 con el premio al mejor resort de Oceanía por Condé Nast Traveler, y recientemente ha sido adquirido por los neozelandeses Brett y Leah Fasher, quienes se han embarcado en un importante rejuvenecimiento de esta isla de 146 acres de vegetación tropical, pueblos autóctonos y playas paradisíacas. Se trata de un lugar único en el Pacífico Sur para conferencias, bodas, lunas de miel y viajes familiares. Es el único complejo existente en la isla y dispone de una pista de aterrizaje privada. Desde Espíritu Santo, la mayor isla de Vanuatu, se puede llegar a Ratua en 4 minutos en avión y 30 minutos en barco.
El hotel ofrece un ecoturismo de lujo, unido al turismo solidario, siguiendo la senda de sus anteriores propietarios. La familia Fasher continúa administrando la Fundación Ratua, que ayuda a las escuelas locales de Vanuatu a través de programas de escolarización, construcción de escuelas o donación de material escolar, entre otros. Ratua Island Resort & Spa cuenta con 13 villas indonesias de 200 años de antigüedad en madera de teca clásica y 3 lujosas marquesinas africanas repartidas por los tres pueblos de la isla. Todos decorados de forma ecléctica y con antigüedades.
Se puede elegir entre cuatro tipos de alojamiento: Deluxe Villa, para 2 personas; Family 2 Bedroom Villa, para 4 personas; Grand Villa, para 5 personas; o Safari Tent, en este caso traída directamente de Sudáfrica, con capacidad para 2 personas. La privacidad y las vistas al océano están garantizadas. En todo el complejo se han empleado métodos de construcción ecológicos y todo lo que se usa en Ratua pertenece a la isla o a las islas cercanas. Tienen su propia huerta orgánica, trabajan con las aldeas locales para criar su ganado y han plantado más de mil árboles frutales.
El lugar de encuentro es el centro social, compuesto por un comedor abierto, un salón y un bar, cada uno bajo su propio techo de paja, conectados por una plataforma de madera. Este hotel de Vanuatu también dispone de una sala de juegos con billar, un puerto deportivo, una playa privada, una terraza con cómodos sillones o un rancho con caballos, el animal más icónico de la isla. Después de un día recorriendo el entorno, podrás relajarte en el spa y saborear la gastronomía local en el restaurante, donde no falta fruta, verdura, pescado y carne.
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