El estado de Santa Catarina, al sur de Brasil, es uno de los rincones más de moda para el turismo que busca destinos menos explotados en el país sudamericano. Su capital, Florianópolis, dividida como Estambul por un estrecho que forma dos bahías es la puerta de entrada a un sinfín de playas rodeadas de selva, calas de arena fina y, sobre todo, pequeños paraísos en miniatura.
En uno de ellos, a poco menos de 40 kilómetros de la capital, en una península privada, se encuentra el resort Ponta dos Ganchos. Rodeado de un mar turquesa, la llamada Costa Esmeralda de Brasil, se trata de uno de los cinco estrellas más lujosos y exclusivos de América Latina. Reservado solo a mayores de edad, consta de 25 elegantes bungalows en los que es imposible no encontrar la tranquilidad y el reposo que se busca en este lugar privilegiado.
Perteneciente a la cadena The Leading Hotels of the World, las cabañas se funden con un espeso bosque tropical donde el verde es el color protagonista. Cada bungalow admite solo a dos personas, por lo que los días de máxima ocupación del resort apenas se llega a los 50 huéspedes.
Medio centenar de personas que pueden disfrutar de servicios como el gimnasio, una pequeña sala de cine, masajes privados, canchas de tenis, salas de juegos... Así como practicar el buceo en la isla de Arvoredo, a pocos kilómetros del resort y que está considerada el mejor lugar para la inmersión en Brasil. Tampoco faltan paseos en barco a Anhatomirim y la Baía dos Golfinhos. Eso sí, para llegar será necesario un helicóptero, el único modo, además del barco, de llegar a este hotel.
Las cabañas, de entre 80 y 96 metros cuadrados, destacan por su minimalismo y sencillez, aunque siempre desde la óptica del lujo. Es por ello que se han creado con los mejores materiales y no faltan en ellas ni un jacuzzi ni una sauna privadas (e incluso bodega propia en las de mayor tamaño), además de cuartos de baños impresionantes con bañera adyacente y terrazas donde maravillarse con el amanecer y las puestas de sol.
El restaurante del hotel se ha especializado en un menú de proximidad, y se elaboran platos de autor con un toque de alta cocina. La Moqueca de ostras con arroz o el Carpaccio de punpunha son algunas de sus exquisiteces. Unos platos que podrán probar en exclusiva sus huéspedes, los mismos que pueden reservar allí un bungalow a partir de 475 €/noche.
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