Situado al norte del Estado de Nueva York, a pocas horas de la bulliciosa Manhattan, el lago Saranac es el destino de retiro preferido por los amantes de la Naturaleza de la ciudad de los Rascacielos. En sus orillas se suceden casas de madera, tanto las más modestas como auténticas mansiones, construidas hace décadas por las familias más adineradas. Una de ellas es The Point, que mandaran a construir los Rockefeller para sus retiros y escapadas.
La casa de campo es hoy un hotel de gran lujo, perteneciente a la cadena Relais & Châteaux. En él se conjuga a la perfección la rusticidad de la construcción y el entorno con el lujo de los detalles y los servicios, ya que la casa estaba en pleno campo, pero se encargaron de que no faltara de nada para que la vida fuera, de todo, menos rústica. Es lo que se ha procurado mantener hoy en día, con el complejo rehabilitado para albergar 10 habitaciones dobles (desde 1.150 €/noche) y una suite (a partir de 1.825 €/noche).
Estas se distribuyen por los cuatro chalés de madera en los que se subdivide el terreno, siempre rodeados de una espesa vegetación de grandes árboles y junto a la orilla del lago. Y hay que añadir instalaciones para el disfrute común, entre ellas un embarcadero de tres puertas que permite el embarque dentro de la propia villa.
La decoración es la que uno esperaría en la antigua mansión de unos millonarios: eclecticismo y lujo. Así, muebles de calidad, vintage y con aire campestre, se entremezclan con esculturas y obras de arte.
Aquí no falta ni el lugar destinado a las grandes hogueras nocturnas para cuando hace buen tiempo, ni las excursiones con raquetas en los pies si lo que ha caído es una copiosa nevada. Hacer excursiones con un pícnic de gastronomía gourmet o navegar en antiguos botes de caoba también es posible. Nunca mejor dicho, vivir como un Rockefeller.
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